Arbitro: Pérez Lima, pero Lima con Vodka.
"Leer mas" para ver el articulo completo
En esto del fútbol es arriesgado realizar afirmaciones. Cuando dices que tal jugador es el mejor del mundo o que una jugada ha sido la mejor de una Liga siempre pueden dejarte mal a los pocos minutos con una jugada mejor o con la aparición de una nueva estrella. Sin embargo, me voy a tirar a la piscina lanzando una afirmación: Pérez Lima hizo en el Calderón el peor arbitraje de la historia de la Liga. Sé que los árbitros son muy capaces de dejarme mal y en los próximos partidos liarla aún más sólo por llevarme la contraria, pero me arriesgaré. Lo que hizo este hombre es difícil de calificar. Con los presupuestos millonarios que se mueven en la Liga que todo quede en manos de ellos es complicado de digerir para clubes, jugadores y entrenadores. Entiendo que decidir en unas milésimas de segundo es muy complicado, pero también tengo muy claro que equivocarse en todo lo que haces es aún más difícil. Los tres goles que concedió no deberían haber subido al marcador, se tragó un penalti a Rosu clarísimo y encima no se dio cuenta de que le había sacado dos tarjetas amarillas a Dani Bautista. ¿Se puede justificar con la tan manida frase de que son humanos? Yo creo que no. Y encima se ríe cuando el cuarto árbitro le advierte de que el recreativista tiene dos amarillas. Un auténtico despelote, como diría Joaquín.
Pero centrémonos en el fútbol (que cada vez tengo más claro que no son los árbitros). El Recre fue muy superior al Atlético hasta que le dejaron. Marcelino, un estratega que pronto deberá dar el salto a un equipo con objetivos más altos, le ganó la partida a Aguirre, huérfano de Maxi Rodríguez. El Atlético va a notar mucho la ausencia del argentino porque éste le da algo que no tiene: gol. Los onubenses, conscientes del desamparo rojiblanco, presionaron muy arriba y tocaron con mucho sentido. Viqueira lideraba la nave blanquiazul y Cazorla volvía loca a la zaga rojiblanca con sus pases a los que Rosu y Calle se lanzaban con el cuchillo entre los dientes.
Ocasiones rojiblancas
Pese al buen juego visitante, las primeras ocasiones fueron atléticas. Mista no supo marcar ante el rechace a la desesperada de López Vallejo de un disparo de Galletti y, posteriormente, Torres cabeceó fuera a la salida de un córner. Sin embargo, los recreativistas no se amedrentaron y Cazorla se sacó una asistencia de la chistera que Aitor no supo aprovechar solo ante Leo Franco.
El partido estaba interesante, era un encuentro de ida y vuelta controlado ligeramente por el Recre. Aguirre buscaba contrarrestar ese dominio entrando por las bandas con Galletti y Petrov, pero pronto se le torcieron definitivamente los planes. El búlgaro hizo un mal giro, se le quedó clavada la rodilla izquierda y se fue en camilla entre terribles gritos de dolor. Tiene muy mala pinta. En cuatro días el Atlético ha podido perder a sus dos interiores titulares para muchos meses. El mexicano optó por dar entrada al ‘Kun’ Agüero y tirar a Mista a la banda.
El descanso le vino bien al Atlético pues pudo recomponer sus ideas. Marcelino se vio obligado a sustituir a su meta López Vallejo por Laquait, ya que el navarro estaba ‘groggy’ por un golpe en la cara. En los primeros minutos de la reanudación el ‘Kun’ pudo encarrilar el choque tras recoger un rechace de Galletti, que peleó una pelota perdida, pero cruzó en exceso su disparo dentro del área. Los técnicos movieron el banquillo y comparecieron Jurado y Javi Guerrero. Hasta ahí todo seguía un guión más o menos previsto… pero apareció Pérez Lima y lo cambió de arriba a abajo.
El colegiado picó en una zambullida de Viqueira ante Jurado, que no le tocó. Comenzaba el show. Javi Guerrero lanzó la inexistente pena máxima, Leo Franco rechazó, pero el delantero completó la jugada marcando por la escuadra. Pérez Lima no tendría la conciencia tranquila porque minutos después Rosu se plantaba solo en el área de castigo y Galletti, a la desesperada, le empujaba con descaro. Ante la sorpresa general, el colegiado se hacía el loco y mandaba seguir jugando. Pero no estaba dispuesto a pararse ahí. Maniche mandaba un gran pase al desmarque de Galletti, que recortó a Mario y se dejó caer. El canario, que estaba como loco por igualar fuerzas, se fue directo al punto de penalti. Fernando Torres no desaprovechó el ‘regalo’.
Pérez Lima riza el rizo
Pérez Lima ya estaba enchufado al partido y siguió con su exhibición de errores. Tres minutos después Fernando Torres cabeceaba en el primer palo y Agüero remataba con… ¡el puño! en boca de gol. Los rojiblancos se miraban antes de celebrarlo, pero cuando el asistente se fue al centro del campo no dudaron en abrazarse. Torres le advertía a un compañero que el ‘Kun’ la había empujado con la mano mientras los onubenses se comían al colegiado y a su asistente. Pero no había nada que hacer.
Ya a la desesperada, Dani Bautista cometía una clarísima falta que le costaba la segunda amarilla. El chaval cogía el camino de los vestuarios hasta que sus compañeros le advirtieron que la ‘empanada’ de Pérez Lima le había impedido darse cuenta de que tenía una tarjeta de la primera parte. Los aficionados y el banquillo rojiblanco le reclamaban la roja, pero el árbitro no se enteraba de nada hasta que el cuarto árbitro puso cordura en esta surrealista situación, le llamó y descubrió el error. Pérez Lima le mostró la roja y, para colmo de males, empezó a reírse, como si su actuación fuera un chiste de los buenos. Seguro que al Recre no le hizo ninguna gracia.
El partido estaba roto y los últimos minutos fueron un quiero y no puedo de los onubenses, destrozados por el castigo sufrido, y un intento de nadar y guardar la ropa de los rojiblancos, que se quedaron con diez por la segunda expulsión en cinco partidos del griego Seitaridis y que amarraron con la salida al campo de Costinha. El Atlético se mantiene en la lucha por la zona noble y el Recre, que dejó una muy buena imagen, lamenta los errores de un pésimo colegiado.
Fuente: MARCA
